La importancia de un abrazo

Las últimas semanas he recibido abrazos, algunos de gente que no conozco o con la que no tengo confianza y sinceramente todos y cada uno de ellos me ha llevado a pensar que por el mundo hay personas maravillosas.

Como muchos sabéis, mi hija pequeña #pitufix ha estado ingresada por bronquiolitis 11 días. Los últimos 6 en la UCI. De la bronquiolitis ya os hablaré en próximos post, porque me estoy haciendo experta.

El primer abrazo que me consoló de manera super especial fue el de una enfermera que mientras yo lloraba desconsolada pasó su brazo por mis hombros con muchísimo cariño.

El segundo y sin duda el más emocionante fue el que nos dimos mi marido y yo mientras colocaban a #pitufix en el box de la UCI. Solo él y yo sabíamos lo que sentía el otro. Un puñal cargado de ansiedad y miedo, muchísimo miedo.

El tercero me lo dio mi hermana, el día que ingresaron a la nena en la UCI, dormí en casa de mis padres para ver a mi pequeña mayor y sin duda me calmó en un momento de máximo estrés.

El cuarto fue el de mi hija mayor, gasolina para el alma para lo que me esperaba los próximos días.

Y los dos últimos me los han dado hoy, dos personas con las que no tengo confianza. Dos camareros de un lugar en nuestro barrio que frecuentamos me han preguntado por la peque y después de mi relato algo emocionado, me han dado el mejor de sus abrazos. Y ha sido entonces cuando me he decidido a escribir este post.

Creo que los abrazos son importantes y la gente que indentifica cuando es necesario uno y lo ofrece sin esperar nada a cambio, simplemente es maravillosa.