Cosas que he aprendido con el nacimiento de mi segunda hija
Hace poco más de dos meses que #Tufix llegó a nuestras vidas. Y he de decir que en esto de la maternidad la experiencia es un grado. A pesar de todo, en algunas ocasiones me siento como una primeriza, pero sí que es cierto que he aprendido mucho.
Estas son las cosas que he aprendido y que me hubiera gustado saber cuando nació #Lutis:
1. Calma nena
Eso es primordial. Hay que llenarse de paciencia. Tú estás en plena revolución hormonal y tienes que darte tiempo. También tienes que dar tiempo al bebé que acabas de conocer. Creéme que poco a poco seréis grandes amigos.
2. ¡No sueltes al bebé!
Cuando nació mi primera hija pensé erronéamente que se dormiría sola en una fría cuna de hospital. Además, dejé que todo el mundo que venía a visitarnos cogiera a la bebé en brazos. La pobre pasó el día entero de mano en mano y lo pagamos, pues no durmió en toda la noche.
La experiencia con mi segunda niña fue totalmente distinta, fue la de unos padres que habían aprendido la lección. Desde que pusieron a la nena en mis brazos y hasta que todo el mundo se fue, la niña estuvo en mi pecho, y ¡qué paz! Todo perfecto y la bebé super tranquila.
3. Disfruta
Los días pasan volando, la baja de maternidad es un suspiro y cuando te quieras dar cuenta tú bebé se ha convertido en una mini persona que te habla sin parar. Por eso, aunque los primeros días pueden ser duros, disfrútalos. La maternidad es eso, una explosión de emociones que te harán vivir intensamente. No dejes que se te escapen de las manos todos esos momentos únicos que están por llegar.
4. Pide ayuda
No pasa nada por no ser infalible los primeros días. Déjate ayudar. Pídele a mamá que se enrolle con los tuppers, dile a la suegra que se quede un par de horas con tu bebé y regálate un masaje, si tienes dudas acude a los profesionales y, por último, si no te da tiempo a limpiar, da igual. Lo principal sois tú y el recién llegado y recuerda que lo importante es disfrutar.
5. Lo estás haciendo bien
Si eres primeriza igual no me crees, pero sin duda eres la mejor madre que tu bebé puede tener. Empodérate, porque solo tú tienes en tus manos lo que el peque puede necesitar. No te agobies si no te da la vida durante el primer mes, no desesperes cuando no llenes los dedos de una mano al contar las horas que duermes y llora si te lo pide el cuerpo en alguna ocasión.
A pesar de todo ello, lo estás haciendo genial y todo lo malo pasará. Con tus virtudes y tus imperfecciones, como reza el libro de mi admirada Lucía (Lucía, mi pediatra) “Eres una madre maravillosa”.
Estas son las cosas que he aprendido y que me hubiera gustado saber cuando nació #Lutis:
1. Calma nena
Eso es primordial. Hay que llenarse de paciencia. Tú estás en plena revolución hormonal y tienes que darte tiempo. También tienes que dar tiempo al bebé que acabas de conocer. Creéme que poco a poco seréis grandes amigos.
2. ¡No sueltes al bebé!
Cuando nació mi primera hija pensé erronéamente que se dormiría sola en una fría cuna de hospital. Además, dejé que todo el mundo que venía a visitarnos cogiera a la bebé en brazos. La pobre pasó el día entero de mano en mano y lo pagamos, pues no durmió en toda la noche.
La experiencia con mi segunda niña fue totalmente distinta, fue la de unos padres que habían aprendido la lección. Desde que pusieron a la nena en mis brazos y hasta que todo el mundo se fue, la niña estuvo en mi pecho, y ¡qué paz! Todo perfecto y la bebé super tranquila.
3. Disfruta
Los días pasan volando, la baja de maternidad es un suspiro y cuando te quieras dar cuenta tú bebé se ha convertido en una mini persona que te habla sin parar. Por eso, aunque los primeros días pueden ser duros, disfrútalos. La maternidad es eso, una explosión de emociones que te harán vivir intensamente. No dejes que se te escapen de las manos todos esos momentos únicos que están por llegar.
4. Pide ayuda
No pasa nada por no ser infalible los primeros días. Déjate ayudar. Pídele a mamá que se enrolle con los tuppers, dile a la suegra que se quede un par de horas con tu bebé y regálate un masaje, si tienes dudas acude a los profesionales y, por último, si no te da tiempo a limpiar, da igual. Lo principal sois tú y el recién llegado y recuerda que lo importante es disfrutar.
5. Lo estás haciendo bien
Si eres primeriza igual no me crees, pero sin duda eres la mejor madre que tu bebé puede tener. Empodérate, porque solo tú tienes en tus manos lo que el peque puede necesitar. No te agobies si no te da la vida durante el primer mes, no desesperes cuando no llenes los dedos de una mano al contar las horas que duermes y llora si te lo pide el cuerpo en alguna ocasión.
A pesar de todo ello, lo estás haciendo genial y todo lo malo pasará. Con tus virtudes y tus imperfecciones, como reza el libro de mi admirada Lucía (Lucía, mi pediatra) “Eres una madre maravillosa”.
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