Los temidos transtornos digestivos del bebé: cólicos y reflujo
Una de las cosas que más agobia a los padres de un recién nacido tiene que ver con los trastornos digestivos de los bébes.
Cólicos, reflujo, estreñimiento son algunos de las molestías que pueden sufrir los bebés al nacer. Hoy os quiero hablar de los que han sufrido mis hijas y qué remedios nos han hecho la vida más fácil durante los primeros meses.
Cuando un bebé nace tiene inmaduro su sistema digestivo, por ese motivo surgen problemas leves pero molestos.
Mi hija mayor sufrió de cólicos, ese llanto desesperado durante más de tres horas y más de tres días a la semana. Suele aparecer por la tarde. Además, esos cólicos se vieron agravados por el reflujo. Lutis no llegaba a regurgitar muchas veces, pero si tenía constante subida de leche hacia su garganta y bastante acidez que para ella era muy molesto.
La peque no ha padecido mucho de gases, pero desde el principio ha contado con problemas de reflujo y en su caso si regurgitaba en cada toma.
Con las dos he confiado en la osteopatía infantil, en concreto la terapia distal, que se basa en masajes que van equilibrando y ayudando a la madurez del sistema digestivo del bebé. Con ambas fue suficiente con unas cuatro sesiones más alguna de recuerdo cuando veíamos que meporaban. La diferencia ha sido que con la pequeña acudimos desde la primera semana de vida.
Después, hay remedios caseros que pueden ayudar mucho a nuestros peques.
- La campana estractora. Sí, yo tampoco lo creía, pero los llamados sonidos blancos ayudan a tranquilizar a los bebés porque les recuerdan a lo que escuchaban en el vientre materno. También encontraréis vídeos en Youtube e incluso apps con estos sonidos.
- Warmies. Son unos muñequitos rellenos de semillas que calientas en el micro. Su calor y aroma ayudan al bebé con los gases. El nuestro lo conseguimos en Farmacia El Espinillo.
También usamos por prescripción del pediatra ranitidina para el asunto del reflujo. Además cabe recordar que no debéis dar nada al niño sin el beneplácito de un médico. Existen probioticos que pueden ayudar siempre bajo recomendación del pediatra. Y por favor, olvidad los jarabes, infusiones y demás productos que están cargados de azúcar y en general quitan el apetito a los peques.
Cólicos, reflujo, estreñimiento son algunos de las molestías que pueden sufrir los bebés al nacer. Hoy os quiero hablar de los que han sufrido mis hijas y qué remedios nos han hecho la vida más fácil durante los primeros meses.
Cuando un bebé nace tiene inmaduro su sistema digestivo, por ese motivo surgen problemas leves pero molestos.
Mi hija mayor sufrió de cólicos, ese llanto desesperado durante más de tres horas y más de tres días a la semana. Suele aparecer por la tarde. Además, esos cólicos se vieron agravados por el reflujo. Lutis no llegaba a regurgitar muchas veces, pero si tenía constante subida de leche hacia su garganta y bastante acidez que para ella era muy molesto.
La peque no ha padecido mucho de gases, pero desde el principio ha contado con problemas de reflujo y en su caso si regurgitaba en cada toma.
Con las dos he confiado en la osteopatía infantil, en concreto la terapia distal, que se basa en masajes que van equilibrando y ayudando a la madurez del sistema digestivo del bebé. Con ambas fue suficiente con unas cuatro sesiones más alguna de recuerdo cuando veíamos que meporaban. La diferencia ha sido que con la pequeña acudimos desde la primera semana de vida.
Después, hay remedios caseros que pueden ayudar mucho a nuestros peques.
- La campana estractora. Sí, yo tampoco lo creía, pero los llamados sonidos blancos ayudan a tranquilizar a los bebés porque les recuerdan a lo que escuchaban en el vientre materno. También encontraréis vídeos en Youtube e incluso apps con estos sonidos.
- Warmies. Son unos muñequitos rellenos de semillas que calientas en el micro. Su calor y aroma ayudan al bebé con los gases. El nuestro lo conseguimos en Farmacia El Espinillo.
También usamos por prescripción del pediatra ranitidina para el asunto del reflujo. Además cabe recordar que no debéis dar nada al niño sin el beneplácito de un médico. Existen probioticos que pueden ayudar siempre bajo recomendación del pediatra. Y por favor, olvidad los jarabes, infusiones y demás productos que están cargados de azúcar y en general quitan el apetito a los peques.
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